Adaptacion de los Hijos
Lo que los obreros transculturales deben saber sobre la adaptación de los hijos
Ronald L. Koteskey
GO International
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Las personas que viven y trabajan en otras culturas pueden llegar a pensar que no necesitan darle muchas vueltas en la cabeza al tema de llevar consigo a sus hijos en edad preescolar y primaria. Los que son padres podrían concluir que aunque al principio los niños no quieran ir, pronto terminarán adaptándose y serán felices en la nueva cultura.
Aunque este último escenario suele ser el caso, no siempre es así. A veces, cuando los niños no quieren ir, nunca se adaptan, se niegan a aprender el idioma, se niegan a hacer amigos y pasan años hablando de querer regresar a casa.
Los padres pueden influir y aumentar la probabilidad de que sus hijos preadolescentes hagan las transiciones hacia y desde la cultura anfitriona con éxito. Lo que sigue a continuación son sugerencias que pueden servir para incrementar las posibilidades de que su hijo tenga una linda experiencia en otro país.
¡En sus marcas! (Crianza de los hijos)
Probablemente, el factor más importante para favorecer el ajuste de los hijos es la relación entre sus padres. Alguien dijo una vez: “Lo mejor que un padre puede hacer por sus hijos es amar a su madre”. Aunque quizás los padres no se den cuenta, los hijos sí son conscientes de los problemas que existen entre sus padres.
Vivir en otra cultura es difícil para cualquier matrimonio, por lo tanto, si no has desarrollado buenos métodos de comunicación y resolución de conflictos con tu pareja, tómate el tiempo para hacerlo antes de ir a otra cultura. Sólo entonces podrás desarrollar adecuadamente los siguientes aspectos de crianza con tus hijos (todos comienzan con la letra P):
- Presencia. Los padres deben estar disponibles para sus hijos. Por supuesto que habrá momentos de separación, pero cuando no estén fuera de la ciudad, los padres deben “programar” el pasar tiempo con sus hijos.
- Provisión. Los padres deben satisfacer las necesidades de sus hijos, no solo las financieras y físicas, sino también las necesidades espirituales, relacionales y emocionales.
- Protección. Los padres deben proteger a los niños estableciendo límites y administrando el castigo cuando hay desobediencia, así como también estar presentes físicamente en momentos de peligro.
- Permiso. Los padres deben dar permiso a sus hijos para que expresen sus emociones de manera apropiada según su edad, así como para intentar cosas nuevas y tomar riesgos.
¡Listos! (Preparación)
Aunque los niños no necesitan verse involucrados en las primeras etapas de la decisión de servir transculturalmente, cuando recién comienza a discutirse la idea con seriedad ellos quieren que su voz sea escuchada así como la de cualquier miembro de la familia. Hablar con ellos al respecto es de vital importancia en lugar de solo decirles que van a tener que ir. Inclusive, los niños en edad preescolar pueden procesar una cantidad sorprendente de información y deben ser incluidos en la discusión sobre la mudanza. Además de hablar de manera general sobre la mudanza, hablen con ellos sobre cosas específicas propias de la nueva cultura y, de ser posible, experimenten juntos algunas de esas cosas también.
- Hablen sobre la comida que comerán cuando estén allí.
- Cocinen alguna receta típica o una parte de ella mientras todavía están en casa.
- Si es posible, coman en un restaurante donde sirvan ese tipo de comida y permite que los niños escuchen el idioma y que también observen las acciones y la apariencia de los cocineros y los que sirven.
- Hablen sobre el lugar donde van a vivir y vean fotos.
- Si los niños están en edad escolar, hablen sobre su futura escuela y miren fotos de ella.
A lo largo de todo este proceso haga hincapié en las cosas positivas de la mudanza y discutan las opciones que se les presenten en los meses previos a la mudanza.
¡Fuera! (Empacar)
Cuando estén empacando y se den cuenta de que no pueden llevar con ustedes todo lo que habían planeado, tengan mucho cuidado en permitir que los niños opinen sobre aquello que están dejando atrás. Los siguientes artículos “desgastados” o “insignificantes” pueden ser muy importantes para un niño:
- Una frazada rota
- Una foto arrugada
- Un juguete roto
- Un oso de peluche harapiento
Podrías pensar en decirle al niño que deje su osito de peluche y que le van a comprar uno nuevo cuando lleguen al país anfitrión. Aunque esa idea suena como algo bueno, en realidad podría considerarse emocionalmente equivalente a decirle a alguien que abandone a su bebé en casa porque puede tener otro en el nuevo país.
Si te gusta pasar tiempo armando y coleccionando álbumes con recortes familiares, asegúrate de llevar contigo algunos de esos álbumes. Ellos pueden resultar invaluables para mantener vivos muchos recuerdos. Los álbumes de fotos también son geniales. Si realmente tienes poco espacio en tu equipaje, recuerda que en esta era digital puedes guardar las fotos en tu computadora o grabarlas en un CD pequeño y liviano que puedas llevar fácilmente.
Las despedidas son muy importantes. Tendemos a decir adiós a las personas pero también tenemos que despedirnos de otras cosas:
- Lugares. Lleva a tus hijos a la escuela para que le digan adiós. Luego, vayan a la iglesia, al parque, etc.
- Mascotas. Un niño puede considerar a un gato, un perro o incluso un pez como parte de la familia. Él o ella necesitan despedirse de sus mascotas y conocer a la persona que los cuidará.
- Posesiones. Obviamente, tus hijos no pueden llevarse todo lo que tienen así que permíteles regalar sus cosas (o venderlas en una venta de garaje) para que sepan quién las tendrá.
La vida en el nuevo país (posibilidades)
Una vez que lleguen al nuevo destino las opciones, en lo que respecta a los niños, parecerán infinitas. Es posible que quieras que tus hijos jueguen con los niños nacionales que viven cerca. Sin embargo, tus hijos tienen tantas cosas extrañas a las cuales adaptarse al mismo tiempo que la idea de jugar con niños y niñas que no hablan su mismo idioma puede ser abrumadora al principio.
También, es posible que quieras que tus hijos aprendan el idioma nacional desde pequeños para que puedan hablarlo sin acento y tener un buen dominio de él, algo que tú tal vez nunca puedas lograr. Sin embargo, puede que el nuevo idioma les resulte confuso y no quieran aprenderlo, siendo que aún están tratando de dominar las complejidades de su propio idioma materno.
Inclusive, es posible que quieras que tus hijos disfruten del increíble paisaje campestre que los rodea o de los imponentes edificios y monumentos históricos de su nueva ciudad. Sin embargo, ellos tal vez prefieren jugar en la caja de arena que estaba en el patio trasero en “casa”.
El número de posibilidades potenciales puede ser interminable y tendrás que decidir al respecto por ti mismo. No obstante, recuerda que hay una gran diferencia entre el tiempo que tú pasas con tus hijos y el tiempo que ellos pasan contigo.
- Si todos están haciendo algo que ellos quieren hacer (como jugar en la caja de arena), estás pasando tiempo con ellos.
- Si todos están haciendo algo que tú quieres hacer (como visitar los monumentos), ellos están pasando tiempo contigo.
Por supuesto, no es obligatorio hacer todo lo que ellos quieran hacer pero asegúrate de hacer suficientes cosas que a ellos les guste. Es mejor atesorar buenos recuerdos de la caja de arena que malos recuerdos de los monumentos.
Escuela (preescolar y primaria)
La escuela es una parte muy importante de la vida de los niños y existe una amplia gama de opciones disponibles:
- La escuela cristiana local
- La escuela internacional local
- Cursos por correspondencia (manera tradicional o en DVD)
- Aprendizaje a distancia (por Internet o en DVD)
- La escuela nacional (pública o privada)
- Homeschooling (individual o cooperativo)
- Homeschooling asistido (en casa u otros lugares)
- Internado (de la agencia o uno cristiano internacional)
- Escuela satélite (clase pequeña o multigrado)
A medida que tú y tus hijos consideran estas opciones recuerda que no es recomendable un sólo tipo de escolarización para todos los niños o incluso para un solo niño, a lo largo de toda su vida. Algunos niños se desarrollan muy bien en un tipo de escuela mientras que otros niños lo hacen mejor en otra. Un niño puede tener éxito en una determinada situación escolar a la edad de 5 años pero al llegar a los 10 años tal vez necesite una situación escolar diferente.
Es probable que tengas que revisar esta decisión, la del tipo de escolaridad que tu hijo necesita, varias veces a lo largo de toda su vida, por lo tanto, no te resistas a hacer cambios cuando sea necesario.
En “casa” de nuevo (País de origen)
Cuando vuelves a tu país de origen ocurren situaciones similares al momento de tu primera salida a tu país anfitrión. Sin embargo, volver a entrar en tu propia cultura puede ser hasta más difícil que la adaptación sufrida durante el cambio original de cultura, incluso para sorpresa de los niños. Además, ahora tus hijos son varios años más grandes que antes y los problemas que antes padecieron ahora pueden ser bastante diferentes. Estos son algunos de los factores que pueden afectar el reingreso.
- Edad. Un hijo que se fue siendo un niño ahora tal vez regresa como adolescente y su manera de pensar ahora es diferente. Puede que otro de tus hijos, que apenas sabía hablar, ahora está en la escuela primaria.
- Personalidad. Cada hijo es un individuo. Ese hijo extrovertido que recarga sus baterías al pasar tiempo con la gente puede comportarse de manera muy diferente al hijo introvertido que prefiere estar solo.
- Experiencia. Un hijo que tuvo dificultades para adaptarse a la cultura anfitriona puede temer el regreso a casa, mientras que otro hijo a quien le encantó la transición anticipa el regreso con entusiasmo.
- Hijos de tercera cultura. Tus hijos, que antes eran de cierta cultura, ahora han internalizado otra diferente. Sin embargo, tampoco se sienten parte de ninguna de las dos. Son Hijos de Tercera Cultura (HTC).
- Motivo de la partida. Si el regreso a “casa” estaba planificado es una experiencia totalmente diferente a tener que volver debido a una salida prematura y forzada.
- Tu actitud. Si ustedes como padres están ansiosos por volver a casa, sus hijos tendrán una actitud diferente a si ustedes desearan quedarse.
- Educación. Si tus hijos están en transición de una etapa de su vida educativa a otra (por ejemplo, terminando la escuela primaria y empezando la secundaria), el cambio puede resultarles más fácil que si se van del país un año antes de que comiencen la nueva etapa.
Considerar todos estos asuntos en sus decisiones familiares aumentará las posibilidades de que sus hijos tengan una mejor experiencia internacional.
Sobre el Autor
Ron y Bonnie Koteskey son consultores de atención para miembros de Go International.
Han brindado atención a miembros para misioneros desde 1997.