El Sarcasmo
Lo que los obreros transculturales deben saber sobre el sarcasmo
Ronald L. Koteskey
GO International
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Algunas personas, incluyendo algunos obreros transculturales, creen que los comentarios sarcásticos son lindos, graciosos y que no hacen daño. Por ejemplo, piensan que frases como las siguientes pueden hacer reír a la gente.
- “No es que tengas un complejo de inferioridad, es que eres realmente inferior”.
- “Hablar es barato, pero no importa. Tú también lo eres”.
- “Lo que te falta en inteligencia lo compensas con estupidez”.
Comentarios como estos pueden causar risa pero también pueden causar daño. El Diccionario Extendido Webster define el sarcasmo como “un comentario burlón, despectivo, cortante o mordaz". El diccionario señala que la palabra proviene del griego “sarkasmos” derivado de sarkazein, como en: rasgar la carne como perros, hablar amargamente; que se deriva de la sarx (carne)”. Más que desgarrar la carne física tales comentarios pueden desgarrar la “carne” emocional. Y tales heridas emocionales pueden demorar mucho más en sanar que las heridas físicas.
La palabra Sarx aparece más de 150 veces en el Nuevo Testamento y generalmente se traduce como “carne” o “carnal”. Sin embargo, hay unos 10 lugares en donde su significado debería traducirse de manera diferente pero las versiones modernas optaron por traducirla también como “carnal”. No obstante, la palabra castellana “carnal” es muy poco usada actualmente por lo que traducciones más contemporáneas utilizan otras palabras. Por ejemplo, la Nueva Versión Internacional lo traduce de la siguiente manera:
- Romanos 7:14. “Sabemos, en efecto, que la ley es espiritual. Pero yo soy meramente humano (sarx), y estoy vendido como esclavo al pecado”.
- Romanos 8:7. “La mentalidad (sarx) pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz de hacerlo”.
- 1 Corintios 3:3. “…pues aún son inmaduros (sarx). Mientras haya entre ustedes celos y contiendas, ¿no serán inmaduros (sarx)?”.
Por supuesto, este uso en la Biblia no significa que todos los que hacen un comentario sarcástico son mundanos, poco espirituales o pecadores; pero, lo que sí significa es que debemos tener mucho cuidado porque tales comentarios pueden causarle daño a otros. A continuación mencionaremos algunas formas en que el sarcasmo puede hacer daño y algunas maneras de evitarlo.
Obreros “malvados”
Es muy difícil entender el humor en otro idioma. Muchas veces, cuando algún orador cuenta un “chiste” los intérpretes dicen cosas como: “Este tipo acaba de contar un chiste y no tengo idea de qué se trata. Ríanse para no hacerlo sentir mal”. Si bien uno podría decir comentarios sarcásticos creyendo que la audiencia los va a tomar como algo gracioso, en el caso de los nacionales, que tienen otra cultura, podrían ser tomados literalmente como insultantes y no tan graciosos.
Cuando los nacionales adquieren cierto dominio del idioma materno de los obreros transculturales, sea inglés, español o cualquier otro, y escuchan que estos obreros se llaman “chistosamente” entre ellos inferiores, baratos o estúpidos, pueden pensar que los obreros son malvados, crueles y que no se respetan mutuamente. Al quizás no percibir esos ligeros cambios en el tono del habla propios de los chistes, los nacionales podrían pensar que tales etiquetas son aceptables para los cristianos.
Podrían entender estos “insultos” de varias maneras dependiendo de a quién se los escuchen decir.
- “Esas son las formas irrespetuosas en las que los cristianos se dirigen unos a otros” (si los escuchan de la boca de los miembros de un equipo).
- “Esas son las formas irrespetuosas en las que los líderes se dirigen a sus seguidores” (si los escuchan de un líder).
- “Esas son las formas irrespetuosas en las que los cónyuges se dirigen el uno al otro” (si los escuchan tanto de los esposos como de las esposas).
Muy seguramente los nacionales entren en confusión y traten de conciliar los comentarios sarcásticos que escuchan de los obreros con las Escrituras, esas en las que se nos ordena ser amables unos con otros y animarnos unos a otros.
Obreros “incomprendidos”
Otros colegas u obreros transculturales también podrían malinterpretar los comentarios sarcásticos que muchas veces pretenden ser chistosos. Esto sucede, sobretodo, en los equipos multiculturales que cada vez son más frecuentes. Incluso si todos los miembros del equipo hablaran el mismo idioma de seguro hay algunos que lo hablan como segundo idioma, así que el principio para ellos es el mismo que para los nacionales; posiblemente no entiendan que el comentario se dijo en broma.
Es más, en el caso de que todos los obreros, miembros del equipo, hablen el mismo idioma como su lengua materna, es posible que algunos no capten que el comentario sarcástico se dijo en forma de chiste. Cierta vez, ocurrió que un miembro de un equipo de obreros no entendió que su líder estaba bromeando. Ella nunca mencionó nada al respecto pero mantuvo su molestia reprimida por casi un año. Cerca del final de ese año la mujer explotó y criticó ese tipo de comentarios que su líder hacía repetidamente, para sorpresa del líder.
Es muy probable que esto ocurra cuando un obrero transcultural se siente particularmente inseguro sobre algo. Por ejemplo, los siguientes comentarios pueden parecerle inofensivos a alguien que sabe que es inteligente.
- ¿Siempre eres así de burro u hoy te estás esforzando más?
- No sé qué es lo que te hace ser tan burro, pero realmente funciona.
- Si fueses dos veces más inteligente de lo que eres ahora, seguirías siendo estúpido.
Sin embargo, tales comentarios podrían ser devastadores para quienes tienen dudas sobre su capacidad intelectual. Podríamos verlos reír externamente pero por dentro podrían estar llorando y nadie se daría cuenta de cuánto les duele.
Obreros “tímidos”
Tal vez algunos otros obreros en el equipo se sienten incómodos con los comentarios sarcásticos pero no dicen nada porque:
- No quieren causar problemas en las relaciones por temor a que aumenten los comentarios sarcásticos.
- No quieren causar división o incomodidad en un equipo que vive y trabaja en estrecha colaboración.
- Racionalizan respecto a la personalidad de la persona sarcástica y terminan aceptando que nunca va a cambiar.
- Terminan aceptando que el comentario sarcástico es solo una “cosita insignificante”, no realmente un problema.
Sea cual fuere la razón estos compañeros de equipo no dicen nada y la situación continúa. Semejante escenario es probable, sobretodo, si son los líderes del equipo los que hacen los comentarios sarcásticos. Desafortunadamente, a menos que se haga algo al respecto la situación no va a cambiar y algunos obreros transculturales podrían terminar abandonando el equipo porque se les ha herido.
Obreros “misericordiosos”
Aún más, puede que haya otros obreros que no dicen nada sobre los comentarios sarcásticos porque quieren ser buenos, amorosos, comprensivos y misericordiosos. No tienen temor de hablar pero son reacios a confrontar al obrero sarcástico porque la confrontación no es vista como algo bueno, e incluso es casi “anticristiana”.
Estos obreros transculturales piensan que ser bueno significa nunca decir cosas negativas ni nada que exprese desaprobación. Sólo quieren decir cosas positivas que demuestren aprobación. Y es normal querer ser misericordiosos pero debemos recordar que Dios es tanto justo como misericordioso.
Obreros “que alientan el error”
Por otro lado, están aquellos obreros que quieren caer bien y por eso se “ríen” de los comentarios sarcásticos. Cuando lo hacen refuerzan el comportamiento sarcástico de quienes los dicen porque estos interpretan su risa como una señal de aprobación.
Cuando esto sucede las personas sarcásticas no reciben el feedback que necesitan para darse cuenta de que sus comentarios podrían estar lastimando a otros. El silencio es señal de consentimiento y la risa no solo otorga consentimiento sino que alienta el comportamiento.
Obreros “que enmiendan el error”
Afortunadamente, algunos obreros entienden que para ayudar a reducir los comentarios sarcásticos es necesario hablar con la persona responsable. Pero, desafortunadamente, a la mayoría de los obreros transculturales no les gusta confrontar a otros obreros y prefieren soportar la incomodidad de la situación antes que confrontar a un colega. David Augsburger escribió el libro Confrontar porque realmente nos importa (Caring Enough to Confront, en inglés). Lo tituló de ese modo precisamente para enfatizar que el hecho de confrontar a otra persona es una muestra de que lo estimamos y nos importa.
En la carta a los Efesios, capítulos 4 y 5, encontramos varios pasajes que están relacionados con la confrontación.
- En Efesios 4:15-16, Pablo habla de “decir la verdad en amor” para que todos estemos unidos a él (Cristo), a fin de que el cuerpo de Cristo “crezca y se edifique en amor” cuando cada parte cumple “con su función específica”.
- En Efesios 4:29, Pablo advierte sobre las conversaciones malsanas y anima a hablar sólo lo que sea “bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan”.
- En Efesios 5:4, Pablo también advierte sobre “los cuentos obscenos, las conversaciones necias y los chistes groseros; en cambio, que haya una actitud de agradecimiento a Dios”.
Hay muchos otros pasajes en las Escrituras que también nos exhortan a animar a otras personas con nuestras palabras.
- Génesis 50:21. Cuando José habló con sus hermanos, quienes lo habían vendido como esclavo, él “los reconfortó y les habló con ternura y bondad”.
- En Isaías 50:4, el profeta quería saber “cómo consolar (con palabras) a los fatigados”.
- En Colosenses 4:6, Pablo instó a los creyentes a “que su conversación sea siempre amena y de buen gusto”.
- En 1 Tesalonicenses 5:11, Pablo dijo: “anímense y edifíquense unos a otros”.
Finalmente, las personas sarcásticas también pueden ayudar a la situación haciendo dos cosas. Primero, pueden dejar de decir tales comentarios por amor a las personas más débiles, ya sean nacionales o compañeros de equipo, para evitar hacerles sentir mal. En 1 Corintios 10:32, Pablo nos insta a no hacer “tropezar a nadie, ni a judíos, ni a gentiles ni a la iglesia de Dios”.
En segundo lugar, pueden pedir feedback a otros periódicamente para evaluar cómo los demás interpretan su comportamiento y asegurarse que nadie los malinterprete. Todos necesitamos personas en nuestra vida que nos amen lo suficiente como para advertirnos de cómo nos están viendo los demás. Es bueno tener un compañero o amigo a quien le rindamos cuentas de nuestra vida; si no lo tenemos, podemos pedirle ayuda a cualquier otra persona en relación a un tema específico como, en este caso, los comentarios sarcásticos.
De nuevo, solo porque la gente haga comentarios sarcásticos no significa que sea malvada. Sin embargo, los obreros que hacen los comentarios, así como sus compañeros de equipo, deben asegurarse de que estos no interfieran con el ministerio que desarrollan entre los nacionales, puesto que ellos no entienden el humor que viene empaquetado en los chistes y podrían interpretarlos como insultos. También deben asegurarse de que sus colegas no malinterpreten los sarcasmos con verdades.
Sobre el Autor
Ron y Bonnie Koteskey son consultores de atención para miembros de Go International.
Han brindado atención a miembros para misioneros desde 1997.