La Adolescencia
Lo que los obreros transculturales deben saber sobre la adolescencia
Ronald L. Koteskey
GO International
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Jesús fue un púber, pero no un adolescente. También lo fueron Moisés, Pablo y George Washington. Si estás trabajando entre un grupo de gente cuyo trasfondo cultural no es occidental, puede que también sea el caso de ellos. Si estás trabajando en países en desarrollo, puede que hayas notado que los púberes en las ciudades más grandes son adolescentes, pero los de las aldeas rurales no. ¿Por qué esta diferencia? ¿Qué es la adolescencia? ¿Qué dice la Biblia al respecto? ¿Deberíamos tratar a los adolescentes como adultos? ¿Cuáles son los principales problemas de la adolescencia? ¿Cómo se pueden prevenir esos problemas? Consideremos algunas de estas preguntas.
¿Qué es la adolescencia?
Hoy en día la adolescencia es la época de la vida entre la pubertad y la edad adulta. Parece bastante sencillo pero es mucho más complicado de lo que aparenta ser a primera vista, esto debido a los cambios que han ocurrido en los últimos 200 años.
- La pubertad. La pubertad significaba originalmente “de edad madura, adulto”. Eso es lo que todavía significa en muchas tribus del mundo donde los adolescentes pasan por ciertos rituales que los convierte en adultos dentro de su cultura. Por otro lado, en las naciones occidentales la edad de madurez sexual ha disminuido de tres a cuatro años, sin embargo, la gente no se convierte en adulta, culturalmente hablando, en ese momento. Actualmente, la pubertad sólo significa madurez sexual.
- La edad adulta. Las personas solían convertirse en adultos en sus primeros años de adolescencia, como sucede con los niños judíos que pasan por el Bat o el Bar Mitzvah a los 12 o 13 años. No obstante, no está claro cuándo es que la gente se convierte en adulta en los países occidentales en la actualidad. Es cierto, comienzan a pagar tarifas de adultos en los restaurantes y cines a los 12 años, a conducir a los 16, a graduarse y a votar a los 18 y a comprar licor a los 21. Entonces, en algún punto de la historia, ¡saltamos del Bar Mitzvah al bar de la esquina como el paso final a la edad adulta!
- La adolescencia es esa época de la vida después de la pubertad pero antes de la edad adulta; en realidad, este concepto no existía antes del siglo XX y todavía existe sólo en los países occidentales (o que se están occidentalizando).
¿Cuál es el origen de la adolescencia?
La cultura. Los obreros transculturales, más que nadie, deberían reconocer la influencia de la cultura. Según un rabino del Talmud, un hombre justo es aquel que “conduce a sus hijos por el camino correcto y los casa justo antes de que alcancen la pubertad”. En la época Pionera de la historia de los Estados Unidos, “un matrimonio que lograra unir a un chico de 16 años con una chica de 14 era una ocasión de regocijo que hacía explotar a todo el fuerte en celebración”. Durante 3 mil años, la edad mínima legal para casarse en las culturas judía, romana, anglosajona y estadounidense (como en la mayoría de las otras culturas), era de 12 años para las mujeres y 14 para los hombres. No todos se casaban a esas edades pero ya eran considerados adultos y podían casarse si querían, tal como lo hacen hoy en día las personas a los 18 años.
¿Qué dice la Biblia sobre la adolescencia?
Nada. No era algo que se hubiese inventado aún en las culturas hebrea, griega o romana. En los tiempos de la Biblia las personas eran bebés, niños, adultos, hombres y mujeres, pero no adolescentes. Mira algunos pasajes de las Escrituras.
- Moisés: “y la hija del faraón le dijo: ‘Llévate a este niño y críamelo’... Ya crecido el niño... Un día, cuando ya Moisés era mayor de edad” (Éxodo 2:9-11. NVI)
- Pablo: “Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño” (1 Corintios 13:11 NVI).
¿Deberíamos tratar a los adolescentes como adultos?
Probablemente pienses: “Los adolescentes son tan irresponsables que no podemos esperar que actúen como adultos”. Sin embargo, en la mayoría de las culturas y durante miles de años la gente trató a los adolescentes como adultos y les fue bastante bien. Dios le confió el cuidado de su hijo a María, una adolescente. Por supuesto, la diferencia entre esto y las culturas occidentales actuales es que no esperamos un comportamiento adulto de los adolescentes ni preparamos a los niños para que actúen como adultos mientras atraviesan la pubertad. La gente tiende a comportarse según se espera de ellos, por lo tanto, si esperamos un comportamiento infantil de los adolescentes, lo tendremos. La mayoría de los adolescentes de hoy en día no pueden ser tratados como adultos porque nunca han aprendido a ser responsables. Aunque han desarrollado capacidades de adultos física, mental y moralmente, nuestra cultura no los ha preparado para ser adultos, a diferencia de las culturas de hace miles de años. Sí, debemos tratar a los adolescentes como adultos; sólo tenemos que prepararlos para que actúen de manera responsable. Preparar a los niños y esperar que los adolescentes se comporten como adultos previene muchos problemas durante la adolescencia.
¿Cuáles son los principales problemas de la adolescencia?
Cuando ocurren dificultades durante los años de adolescencia, a menudo se centran alrededor de nuestras preconcepciones sobre la adolescencia y ocurren en tres áreas principales: identidad, sexualidad y trabajo.
- La identidad. Los adolescentes tienen problemas para saber quiénes son porque todavía no hemos creado una identidad cultural para ellos. No son niños ni adultos. Además de la pérdida de identidad familiar debida a causas tales como el divorcio o un segundo matrimonio de los padres, es probable que los Hijos de Misioneros (HM) vivan gran parte de sus vidas a miles de kilómetros de sus familias extendidas y viéndolos únicamente en raras ocasiones. Asimismo, sumado a la pérdida de identidad comunitaria causada por la urbanización y la movilización en transporte público, es probable que tengan que vivir en un “hogar” diferente cada vez que llegan a su país “de origen”. Y además de la pérdida de identidad religiosa debido a las denominaciones e iglesias independientes, es posible que los HM terminen confundidos por las religiones nacionales.
- La sexualidad. La definición misma de la adolescencia significa que los adolescentes no pueden expresar su sexualidad en una relación matrimonial. No pueden casarse legalmente (sin el consentimiento de los padres) durante los primeros seis años de su madurez sexual y no pueden sostener económicamente un matrimonio durante los primeros diez años. Desafortunadamente, esto es así durante la época de mayor deseo sexual de los jóvenes varones. Por supuesto, sabemos que la mayoría de los adolescentes en las culturas occidentales son sexualmente activos. Pero, particularmente, los HM pueden crecer en culturas anfitrionas que son aún más permisivas sexualmente que su país “de origen”, así como en subculturas misioneras que son menos permisivas sexualmente. Esto puede resultar en una dificultad aún mayor para lidiar con su sexualidad durante la adolescencia.
- El trabajo. Los adolescentes trabajaron durante miles de años, pero un trabajo a tiempo completo que pague lo suficiente como para vivir estuvo legalmente prohibido para la mayoría de las personas antes de los 18 años tras la invención de la adolescencia. Como no podían trabajar, nuestra cultura aprobó leyes que obligaban a los adolescentes a ir a la escuela, aunque muchos también trabajan a tiempo parcial. Con frecuencia, los HM tienen aún más limitadas oportunidades de trabajar, ganar dinero y aprender cómo gastarlo que los adolescentes en sus países de origen.
¿Se puede “tratar” la adolescencia?
La cultura occidental tal vez descubra algún día que no puede, por un lado, apoyar la adolescencia y, por otro, disminuirla gradualmente. Sin embargo, por el momento, tenemos que convivir en esta cultura con la adolescencia. La única “cura” para la adolescencia es crecer y convertirse en un adulto.
¿Se pueden prevenir los problemas de la adolescencia?
Los problemas de la adolescencia pueden, al menos, disminuir en gran medida. La mejor manera de ayudar a los que están atravesando la adolescencia es tratarlos como adultos. Espera de ellos un comportamiento responsable y enséñales a ser adultos. Los padres también pueden tomar medidas específicas para ayudar en las tres principales áreas mencionadas anteriormente. Aquí hay algunos ejemplos.
1) Identidad. Ayuda a los adolescentes a desarrollar una identidad:
- La familia. Compartan noches familiares, salidas familiares, tradiciones familiares, chistes familiares, devocionales familiares, álbumes de recortes familiares y videos. Estudien su historia familiar.
- Comunidad misionera. Participen en actividades escolares, actividades de la iglesia, cenas, retiros, salidas, etc., con otros en la misión. Tengan una actitud positiva al respecto.
- Comunidad en el país de origen. Cuando estén en su país de origen, participen en los grupos scouts, las fiestas de la cuadra, etc. Suscríbanse al periódico local y lean sobre la historia local.
- Espiritualidad. Los adolescentes deben participar como adultos en el coro, acomodando, enseñando, dirigiendo el estudio bíblico, participando en las reuniones de líderes, dirigiendo grupos pequeños, etc.
- Sexualidad. Habla con los adolescentes sobre el sexo.
- Habla sobre la sexualidad y la adolescencia para que los adolescentes se den cuenta de que el problema es la cultura occidental, no ellos como individuos. Empieza a hacer esto cuando sean niños.
- Estudien juntos lo que la Biblia tiene para decir acerca de los varios tipos de actividad sexual en los que los adolescentes participan actualmente, y miren todas las cosas positivas que la Biblia tiene para decir sobre el sexo.
- Enséñales a interactuar con el sexo opuesto en formas aceptables. Salir y tener citas es un tiempo para cultivar la amistad y desarrollar un compromiso, no para encontrar compañeros sexuales.
- Haz un compromiso con el adolescente durante los primeros años de su adolescencia acerca de lo que él o ella harán y no harán en términos de comportamiento sexual (tomarse de la mano, abrazarse, acariciarse, tener relaciones sexuales prematrimoniales, etc.)
3) Trabajo y dinero. Enséñales a los adolescentes sobre finanzas.
- Asígnales a todos tareas para hacer y ayudar en la casa y sus alrededores, sin paga.
- Permite que tengan trabajos parciales adicionales para que se ganen su propio dinero y lo gasten como les parezca, a fin de que aprendan a manejar dinero.
- Dales el dinero que tú gastarías para comprar lo que ellos necesitan (ropa, artículos de tocador, etc.) como su pago semanal o mensual, tal como te pagan a ti. Entonces, cédeles la responsabilidad de administrar ese dinero para que tengan ropa nueva para la escuela. Si no la tienen, que se pongan la ropa vieja.
Aunque es casi seguro que habrá momentos de conflicto, en general la adolescencia puede ser una época de crecimiento tanto para los padres como para los adolescentes.
Sobre el Autor
Ron y Bonnie Koteskey son consultores de atención para miembros de Go International.
Han brindado atención a miembros para misioneros desde 1997.